Hace unas semanas que teníamos el huerto lleno de plantones pequeños de lechuga y coles, y se nos ocurrió repartirlos a los alumnos que quisieran, a los profes, y vender algunos en el bar del barrio por si algún agricultor los quería. Les encantó hacerlo, y comprobar que lo que se obtenía tenía alguna utilidad. Muchos de ellos ya tienen sus lechugas creciendo en casa, y me las enseñan orgullosos....
Hemos conseguido, sin pensarlo, algo muy interesante: expandir el huerto a las viviendas. En los siguientes días, los plantones de tomates que nos trajo una compañera, volaron entre nuestro huerto y las manos de alumnos y profes; no es bonito??
Aprendiendo a hacer un huerto en macetas en nuestra propia casa, ¡viendo la vida crecer!
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